Extinción y eternidad de FULANO
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
El
grupo chileno FULANO se va por la puerta grande del mundo fonográfico
con “Animal En Extinción”,
demostrando justamente que su instancia ontológica es todo lo opuesto al
título
del nuevo disco: bueno, es verdad que hoy por hoy FULANO es una entidad
extinta, pero a lo que hacemos referencia con la primera frase es al
hecho de
que el vigor creativo del que hizo gala este colectivo desde que puso en
marcha
su periodo de remodelación era muestra de cualquier cosa menos de agonía
y
decadencia. Eso sí, la trágica y prematura muerte de Vivanco en enero
del 2003
llevó a una fase de desintegración y dispersión para el mundo musical de
FULANO
que se tradujo en carreras solistas y en la formación de nuevos
ensambles
(MEDIABANDA, por ejemplo). Tras este desarrollo de los eventos, resulta
natural
que la reformación de FULANO, iniciada en el año 2009, se centrara en
tantear
nuevas posibilidades en medio de un futuro poco cierto, creando poco a
poco
nuevas canciones aunque sin llegar a grabar un nuevo trabajo de estudio.
Al
final, la misión pasó a ser el ver cómo se cerraba de una forma adecuada
y
coherente esta carrera musical signada por la inquietud experimental, el
eclecticismo, el fuego creativo y la expresividad contestataria. El
ensamble
que grabó este disco está integrado por Jorge Campos [bajos, contrabajo,
sintetizadores y coros], Cristian Crisosto [saxos soprano y alto,
flauta,
flauta bajo y coros], Felipe Muñoz [teclados], Paquita Rivera [voz y
coros],
Cristóbal Dahm [saxos tenor, alto y barítono, y clarinete], Álvaro
Poblete
y Rafael Chaparro [saxo tenor y coros]. “Animal En Extinción”
fue
publicado por el sello El Templo Rekords a fines del año 2015: a
mediados del diciembre siguiente, FULANO dieron un concierto en el Cine
Arte Alameda de la ciudad de Santiago para presentar el disco y hacer su
retirada oficial.
Veamos ahora los detalles del disco en cuestión. La
breve pieza ‘Solo Quería Decirte Que…’ – de autoría del maestro Vivanco – abre
el disco cual diminuto prólogo en clave de jazz relajado antes de que ‘Fábula Y
Fantasía’ irrumpa con su grácil ingeniería marcada por complejas síncopas e
inteligentes juegos de matices. Los arreglos de los vientos simultáneamente
crean coloridos de trasfondo y complementan la labor de la dupla rítmica,
siendo así que cuando los teclados empiezan a ocupar un rol más protagónico
dentro del bloque instrumental general se crea un momento climático muy
especial. Eso sí, este momento climático tiene como principal función la de
fungir como puente hacia una remodelación más dinámica del motif central, y es
a partir de aquí que se crea vías para expresiones más libres de los músicos y
las partes cantadas: el que haya un relato en el trasfondo del canto de Rivera
da un talante dadaísta al asunto. Vale mencionar especialmente a un
hermosamente intenso (aunque demasiado breve) solo de sintetizador cerca del
final. ‘Late Cerebro’ se hace cargo de capitalizar el convincente vigor que
empapó a la pieza precedente y llevarlo hacia más exquisitas instancias de
vigor: los solos de saxofón, la robusta armazón rítmica y los poderosos
ornamentos de los teclados conforman el paisaje sónico perfectamente idóneo
para el urgente canto de Rivera. La agitada coda sirve para cerrar el esquema
temático de la pieza con una cierta actitud sorpresiva, aunque sin duda se
siente muy coherente dentro de la ingeniería musical. Cuando emerge
‘Conservadores Por El Cambio’, el grupo se focaliza en un groove funky que se
sitúa a medio camino entre la tradición Motown y el paradigma del FRANK ZAPPA
de la primera mitad de los 70s: da gusto ver cómo el espíritu combativo del
canto de Rivera se amalgama con la majestuosa armazón instrumental, la misma
que incluye un bello solo de saxofón soprano a lo Wayne Shorter. ‘Viaje Al
Silencio’ sigue por esta misma línea de mensajes combativos (incluyendo algunas
frases airadamente soeces) mientras los adornos instrumentales y vocales se
orientan por senderos más complejos, estableciendo abiertamente aires de
familia con los modelos de HENRY COW (los dos últimos discos) y THINKING
PLAGUE, aunque sin perder del todo la inspiración de la tradición fusionesca de
los 70s.
Con
el muy elocuente título de ‘La Tonada Amarga De La Vida Del Tercer
Mundo’, la
sexta pieza del álbum nos confronta inicialmente con una aspereza
musical
diseñada para remecer nuestras conciencias con un punche convincente (a
veces
coqueteando con el paradigma Magmiano a través del filtro de sus
compatriotas
de AKINETÓN RETARD). Más adelante, cuando se asienta el cuerpo central,
el
grupo se centra en un swing llamativo donde va edificando recursos de
fluido
lirismo en medio del patente derroche de energía expresiva: técnicas del
jazz-fusion y del rock-in-opposition se hermanan en los pasajes más
cálidos,
los mismos que sirven de acicate para la gestación e instauración del
fastuoso
arreglo de metales en torno al cual se centra el clímax conclusivo.
‘Nada
Cuadra’ es una breve pieza marcada por un cautivador colorido centrado
en el inmortal
paradigma académico modernista de Varese (a través del filtro de ZAPPA):
no es
un interludio ni nada por el estilo, es una miniatura que instaura un
viaje
musical con una plenamente autónoma autoridad. Cuando surge ‘Jaco
Dance’, el
grupo hace gala de su sentido tremendamente sofisticado de la
musicalidad. Muñoz se hizo cargo del fabuloso solo de Mini-Moog que nos
quita el habla.
La dupla de ‘Mina Inmune’ y ‘Selah… Deténgase Y Escuche’ completa el
repertorio
del disco, y curiosamente se trata de una dupla muy antagónica. ‘Mina
Inmune’
se desarrolla en un ritmo hip-hop latino desde el cual el ensamble
elabora un empuje
farsesco con su correspondiente letra contestataria: dando la espalda a
su
faceta más habitualmente sofisticada, el grupo se dedica a
afilar su dimensión más ácidamente puntiaguda en esta particular
travesura musical. Como
invitado especial para la ocasión funge el pianista Francisco Loyola
para aportar una frescura dinámica al asunto. Por su
parte, ‘Selah… Deténgase Y Escuche’ es un ejercicio expresionista de
delicados
fraseos de piano alimentados por capas orquestales de sintetizador que
realzan
apropiadamente la cualidad etérea de la melodía básica: bien se puede
describir
como un homenaje simultáneo a la faceta introspectiva del inmortal JOE
ZAWINUL y al lirismo exquisito de LYLE MAYS.
Fueron 40 minutos de grandeza musical los que nos ha regalado la gente de FULANO por vía de “Animal En Extinción”, tal vez muy poco minutos para quienes nos acostumbramos a espacios más generosos dentro del formato de CD, pero de lo que no cabe duda es que se trata de un fabuloso muestrario de la visión ecléctica que siempre han ostentado FULANO en la experimentación progresiva y la vitalidad aventurera en los discursos del jazz y del rock modernos. Cualesquiera intentos de elogio sistemático que intentemos plasmar en esta reseña se pierden en la imprecisión cuando intentamos explicar cuán bien lograda es esta obra fonográfica de esta banda emblemática de la avanzada musical chilena. Parece mentira que estén tan lejanos esos años de la segunda mitad de los 80s cuando esos significativos discos que fueron “Fulano” y “En El Bunker” entraron de lleno en el colectivo del underground chileno para mostrar una nueva forma de hacer arte experimental en la música. FULANO se van por la puerta grande dejando atrás un castillo artístico esplendoroso que ellos construyeron a lo largo de varias décadas de labor artística: se van para conquistar la decisiva y definitiva eternidad.